Aaaaaay la mirada del asno dela+

-Tomado del blog amigos-

Hay algo muy bonito en la confusión, cuando veo algo que está mal escrito -normalmente por las prisas con el teclado-, mi cerebro entra en modo fascinación y se recrea de manera giliempática en los detalles de ese palabro, la lectura se detiene y me veo obligado a imaginar una nueva gramática, diccionario, acento o lugar de origen para esa secuencia de caracteres alfabéticos. Son varias las ocasiones en las que he alcanzado el Tao a consecuencia del estado meditativo y metafísico provocado por estos episodios investigadores.

Ejemplo: va el otro día carlos y escribe un post con un título y contenido normal, ni una falta de ortografía…pero veo la palabra “ensoñasiones”. Le dejo como comentario “Ay las ensoñasiones, wey…”, y me tiro dos días repitiendo la tontería:

--¿ya está reprogramado el satélite, engelson?
--ay las ensoñasiones, wey
--hoy has llegado un poco tarde, engelson
--ay…las ensoñasiones, wey…
--oye engelson, ¿blob o long raw?
--aaaaaaaay…
--¿qué te pasa, te encuentras mal?
--que va a ser hombre, ...las ensoñasiones, wey
[...]
--churri, venga, vamos a dar una vuelta a tomar el aire y así dejas de leer poesía francesa del siglo XVIII
--jejeje…aaaay…aaaaaaaaaaaay
--¿qué te pasa?, ¿te estás riendo y quejando a la vez?
--pues que va a ser…las ensoñasiones, wey

Explicado el hecho verídico anterior, creo que entenderéis mi éxtasis cuando veo en la portada coctelera un post cuyo solo título me trae seguras promesas de reflexión y meditación sobre la enorme riqueza del lenguaje: “plaseres de las mujeres”

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